https://doi.org/10.24265/liberabit.2024.v30n1.774
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
Adaptación del Inventario de Perspectiva Temporal de Zimbardo para mexicanos en marginación
Jorge Iván Luque Berkowitza,*
https://orcid.org/0000-0002-6360-6267
Jesús Francisco Laborín Álvareza
https://orcid.org/0000-0003-0747-6426
aCentro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, México
Autor corresponsal
Para citar este artículo:
Luque, J. I., & Laborín, J. F. (2024). Adaptación del Inventario de Perspectiva Temporal de Zimbardo para mexicanos en marginación. Liberabit, 30(1), e774. https://doi.org/10.24265/liberabit.2024.v30n1.774
Resumen
Antecedentes: la perspectiva temporal es un proceso psicológico mediante el cual los flujos continuos de experiencias personales y sociales se asignan a categorías
temporales o marcos de tiempo
que dan orden, coherencia y significado a esos eventos.
El Inventario de Perspectiva Temporal de Zimbardo (ZTPI, por sus
siglas en inglés) mide esta orientación con cinco factores:
pasado positivo, pasado
negativo, presente fatalista, presente hedonista y futuro. Sin embargo, su validación ha sido con población europea
y estadounidense y en menor proporción con latinoamericanos. Objetivo: adaptar el ZTPI para población
adulta que habita zonas marginadas de México. Método: a través de un diseño no experimental de
tipo ex post facto con alcance
descriptivo y muestreo bietápico. Participaron 117 mujeres y 61 hombres, con 44.6 años
en promedio. Resultados: los valores de fiabilidad son adecuados y el modelo estructural con cuatro factores con
medidas de ajuste cercanos a los
umbrales sugeridos (χ²/df
= 1.523; CFI = .914; GFI = .883; TLI = .899; AGFI = .848; RMSEA = .054;
y SRMR = .029). Conclusiones: la adaptación de la
escala resulta ser sensible a la población
de referencia.
Palabras clave: perspectiva temporal; ZTPI;
pasado positivo; marginación.
Abstract
Background: The temporal perspective is a psychological process through
which the continuous streams of personal and social experiences are assigned to temporal categories or frames of time that provide
order, coherence, and meaning
to those events. The Zimbardo Time Perspective Inventory (ZTPI) measures this orientation with five factors:
positive past, negative
past, fatalistic present,
hedonistic present, and future. However,
its validation has been
conducted with European and American populations, and to a lesser extent with Latin Americans. Objective: Adapt the ZTPI for the adult population living in marginalized
areas of Mexico. Method: Through a
non-experimental ex post facto design with a descriptive scope and two-stage
sampling. Where, 117 women and 61 men participated,
with an average age of 44.6 years. Results: The reliability values are adequate,
and the structural model with four factors shows fit measures close to
the suggested
thresholds (χ²/df = 1.523; CFI = .914; GFI = .883; TLI = .899; AGFI = .848; RMSEA = .054; y SRMR = .029). Conclusions: The adaptation of the scale appears
to be sensitive to the reference
population.
Keywords: temporal perspective; ZTPI; positive past; marginalization.
La capacidad del ser humano para percibir el pasado, el presente y el futuro ha sido un fenómeno de interés tradicional en las ciencias de la conducta (Worrell, 2021). Para ello, se han definido diversos constructos desde la psicología, tales como actitud temporal, orientación temporal y perspectiva temporal, los cuales hacen referencia a la percepción subjetiva del tiempo y a la influencia que dicha percepción tiene sobre el comportamiento y la cognición (Nuttin & Lens, 1984; Stolarski et al., 2015; Zimbardo & Boyd, 1999).
Las bases teóricas del tiempo subjetivo se centran en la construcción mental del futuro y en cómo esta construcción regula el comportamiento en el presente (Grasso, 2019). En este sentido, Seginer y Lens (2015) distinguen dos aproximaciones sobre la percepción del futuro. La primera la definen como temática, es decir, que dicha construcción del futuro contiene diferentes temas, los cuales pueden ser personales o sociales, realistas o ideales y fantásticos. La segunda aproximación es la atemática, la cual complementa el enfoque anterior como una percepción menos estructurada del futuro, al no estar relacionada con contenidos de metas específicas, se trata de una noción abstracta que no se fija en deseos o miedos definidos (Seginer & Lens, 2015).
Bajo la aproximación temática, Nuttin y Lens (1984) definieron la perspectiva temporal futura (PTF) como la integración del futuro con el presente con base en dos características principales, por un lado, la extensión que se refiere a qué tan lejos en el tiempo la persona imagina ese futuro; por otro lado, el contenido trata sobre lo que uno anticipa de ese futuro. Bajo esta perspectiva, el futuro representa la motivación, las personas no anticipan un futuro vacío sino con contenido que puede articularse en función a lo que las personas desean lograr –esperanza– y lo que desean evitar –miedo– (Seginer, 2009).
En el mismo sentido, dentro de la aproximación atemática, se encuentra el constructo de orientación temporal (OT) como una tendencia a mantener la atención en un marco temporal específico. De manera que dirige las visiones diarias hacia el pasado, el presente o el futuro, en términos de pensamientos, toma de decisiones y comportamientos (Grasso, 2019). A partir de la perspectiva atemática, se desprende el concepto de perspectiva temporal (PT), el cual ha sido ampliamente explicado por Zimbardo y Boyd (1999) desde la psicología social. La PT es definida como un proceso que aparece de forma intuitiva, no racional y por medio del cual se divide el flujo continuo de experiencias que ayudan a darle sentido y coherencia a la vida. Al mismo tiempo, se le considera un rasgo que puede representar, de cierta forma, la personalidad y las capacidades de las personas según su perfil temporal (Stolarski et al., 2015; Zimbardo & Boyd, 1999).
De esta manera, numerosos estudios evidencian relaciones consistentes con variables contextuales y socioeconómicas, de manera que se ha llegado a sugerir que la PT es determinante para el desarrollo personal (Baird et al., 2018; Gore, 2018; Kooij et al., 2018; McKay et al., 2022; Stolarski et al., 2015). Idealmente, cada persona adopta una PT de acuerdo con la situación, sus metas o deseos.
Para ilustrar mejor lo señalado se puede considerar que los estudiantes universitarios necesitan orientarse al futuro para poder encontrar valor en las demandas académicas del presente. En ocasiones requieren también ubicarse en el presente para obtener el mayor provecho de la situación. Además, pueden orientarse al pasado, ello implica que las actitudes y pensamientos toman como referencia lo ya vivido/experimentado (Barrera-Hernández et al., 2021; Zimbardo & Boyd, 1999).
Ahora bien, la teoría de la PT parte de la hipótesis de la existencia de estos marcos temporales, así como de la tendencia a dar demasiada prioridad a uno de ellos desarrollando un sesgo que afecta las decisiones, los juicios y las acciones. Una excesiva orientación al pasado evitará, entre otras cosas, que la persona corra riesgos basándose en el análisis de costos y beneficios de situaciones pasadas. Cuando la PT se fija en el futuro, la mayor influencia provendrá de expectativas de un porvenir imaginado. Mientras que, si se trata del presente, la persona tiende a desarrollar preferencias por gratificaciones inmediatas desatendiendo el futuro (Grasso, 2019; Stolarski et al., 2015).
Estos marcos temporales han sido confirmados empíricamente por Zimbardo y Boyd (1999), utilizando el Inventario de Perspectiva Temporal de Zimbardo (ZTPI, por sus siglas en inglés), el cual ha sido aplicado en varios países y culturas mostrando en términos generales propiedades psicométricas de validez y confiabilidad que han sido reportadas como adecuadas (Sircova et al. 2014). No obstante, se han reportado también observaciones respecto al número de factores confirmados y la generalización de la escala (Brenlla et al., 2019; Perry et al., 2020). A pesar de la controversia respecto a la estructura psicométrica del instrumento, se continúa usando el ZTPI a partir de una estructura de cinco factores: el pasado negativo (PN), refleja una visión aversiva y negativa del pasado; el presente hedonista (PH), representa una actitud ante la vida que se fundamenta en el placer del momento presente; la perspectiva temporal futura (PTF), habla de un comportamiento determinado por planes y metas ubicadas en un futuro relativamente lejano; el pasado positivo (PP), manifiesta una actitud cálida y positiva hacia el pasado y lo vivido; y, por último, el presente fatalista (PF), hace referencia a una actitud desobligada ante la vida, una percepción de no tener control sobre las circunstancias y a estar sujeto a leyes inmutables del destino (Díaz-Morales, 2006; Zimbardo & Boyd, 1999).
Las evidencias de validez del instrumento basadas en las relaciones con otras variables (denominadas por algunos autores como convergente y divergente) muestran asociaciones de cada factor con otros constructos. Por ejemplo, el pasado negativo y el presente fatalista correlacionaron con agresión, depresión y ansiedad; el pasado positivo, con autoestima. Por otro lado, el presente hedonista correlacionó con búsqueda de sensaciones y novedades; y el factor futuro, con estabilidad emocional y consideración de consecuencias futuras (Zimbardo & Boyd, 1999).
El estudio de la PT ha despertado un gran interés en diversos investigadores (Kostic & Chadee, 2017; Peng et al., 2021; Stolarski et al., 2015). De igual forma, el ZTPI ha sido ampliamente utilizado en su forma original con la escala extendida; así como adaptado a diferentes culturas y países (Sircova et al., 2014). Esto ha producido varias versiones adaptadas, lo que ha abierto el debate sobre la consistencia y posible generalización de los resultados obtenidos (Perry et al., 2020).
No obstante, algunas publicaciones sobre las propiedades psicométricas del inventario han evidenciado consistencia en su estructura interna del ZTPI cuando se adapta a la población de estudio. Cabe mencionar que es un debate que continúa abierto y para el cual no existe un consenso claro (McKay et al., 2022; Mello, 2019; Peng et al., 2021; Perry et al., 2020; Temple et al., 2017).
Algunos ejemplos de adaptación del instrumento en español inician con el estudio realizado por Díaz- Morales (2006) en España, en dicho estudio se obtuvo una estructura de cinco factores similar a la obtenida en muestras de los Estados Unidos de América, con coeficientes alfa de Cronbach que oscilaban entre .60 y .74, resultando el área que evaluaba el presente fatalista con el índice más bajo.
En Latinoamérica, un estudio realizado por Jofré et al. (2021) con población chilena (N = 829) tuvo como resultado la confirmación de los cinco factores del constructo, por medio de una versión reducida y adaptada. Dicha escala está constituida por 15 reactivos en contraste con los 56 de la versión original. En este caso los valores de consistencia interna se ubicaron entre .51 y .71, resultando el factor que evalúa el pasado positivo (PP) como el más cuestionable si se consideran los cinco factores originales. De igual forma, se comprobó una correlación alta entre el pasado negativo (PN) con el presente fatalista (PF) y presente hedonista (PH).
Adicionalmente, a nivel regional, también en contexto latinoamericano, González et al. (2017) realizaron un estudio transcultural entre estudiantes universitarios de Colombia y México, se ratificaron también los cinco factores, pero, en este caso, integrados por 21 reactivos. Luego de realizar la adaptación y organizar la prueba con un número menor de ítems, los hallazgos mostraron que los estudiantes mexicanos tendían menos al PH y el PN, al ser comparados con los estudiantes colombianos.
De igual forma, en Argentina, Germano y Brenlla (2020) desarrollaron una versión abreviada para población adulta de Buenos Aires. Esta prueba tenía 29 ítems y al analizar las evidencias de validez relacionadas con la estructura interna, estuvieron representados los cinco factores de la propuesta original. Al igual que Jofré et al. (2021), en Chile, las autoras obtuvieron la fiabilidad más baja en el factor PP (.63), mientras que la más alta fue la del factor PN (.80). Asimismo, al comparar grupos por edad y sexo, se encontraron diferencias significativas solo en el factor futuro, resultando las mujeres más orientadas hacia el futuro que los hombres, y los jóvenes más orientados al PH que los adultos.
También en Argentina, Mendivelso y Galarraga (2020), realizaron un estudio comparativo en estudiantes argentinos y colombianos, utilizando instrumentos adaptados previamente para cada una de las poblaciones. A diferencia de estudios anteriores, la versión utilizada en Argentina estuvo constituida por cuatro factores quedando fuera el pasado positivo. Las evidencias de consistencia interna reportada mediante el coeficiente alfa de Cronbach se ubicaron entre .63 y .80 para el PF y el PN, respectivamente.
Se constató que existía una preferencia por el PH por parte de los estudiantes argentinos, mientras que los colombianos se orientaron mayormente al PF y el PN.
Aun cuando en la mayor parte de los estudios se han encontrado cinco factores, existen ejemplos de modelos más reducidos que suelen adaptarse mejor a la población de referencia, pero que pueden difícilmente generalizarse (Sircova et al., 2014; Peng et al., 2020). De igual forma, es importante reflexionar sobre la necesidad de mantener el PP puesto que generalmente muestra poca fiabilidad en diferentes estudios. Es imperativo seguir estudiando el instrumento para obtener elementos de discusión que permitan avanzar en el debate teórico y metodológico.
Bajo otra óptica, Murnikovas y Castillo (2017) compararon la PT de estudiantes universitarios y atletas en Uruguay, el instrumento utilizado tuvo 15 reactivos con evidencias de consistencia interna reportada mediante el coeficiente alfa de Cronbach. Los valores oscilaron entre .65 (PF y PTF) y .71 (PN). Los resultados evidenciaron una mayor orientación hacia el futuro por parte del grupo de atletas, contradiciendo evidencias empíricas reportadas a través de la literatura científica psicológica. Los estudios previos indican que los estudiantes desarrollan una visión más orientada al futuro que el resto de la población (Acee et al., 2023; Loose & Vasquez-Echeverría, 2023). Asimismo, los atletas uruguayos resultaron mayormente orientados al futuro aun cuando pertenecían a un nivel socioeconómico relativamente bajo, aspecto que también contradice parte de la teoría que indica que la orientación al futuro es mayor en el nivel socioeconómico alto (Frankenhuis et al., 2020).
Sobre este último punto, Fieulaine y Apostolidis (2015) describen el impacto de la pobreza
en la PT, mencionan que las constantes
dificultades de sobrevivencia
reducen la orientación al futuro. No obstante,
gran parte de esta evidencia proviene de población
joven adulta de EUA y Europa, en su mayoría
estudiantes (Dany et al., 2016; Frankenhuis et al.,
2020; Kostic & Chadee,
2017; Mello, 2019; Stolarski et al., 2015), por lo que hace falta profundizar en este fenómeno
directamente con personas
marginadas. Es relevante destacar una de las conclusiones de los análisis
de Fieulaine y Apostolidis (2015), en ésta se establece que la orientación al presente representa un rol
adaptativo que permite mantener un
cierto nivel de bienestar, pues se
logra atender aquello que si está al alcance, mientras que también implica desatención de aspectos importantes en el largo plazo. Esto
último podría explicar en parte
porque las personas de escasos recursos
tienden a tener un cuidado más deficiente de la salud (Fieulaine & Apostolidis, 2015).
Al respecto, Dany et al. (2016) estudiaron la relación entre la PT y el nivel socioeconómico en pacientes de un hospital de asistencia pública en Francia. Sus resultados demuestran que los casos en mayor carencia se orientaban al PN y al PF, dimensiones que también se encontraron relacionadas a depresión y ansiedad, coincidiendo con otras fuentes que muestran la prevalencia de estos trastornos en contextos de pobreza (Silva, 2016).
En otros espacios geográficos y culturales como China, Li et al. (2023) se enfocaron en estudiar el efecto mediador de la PT en la relación entre desempeño académico y estatus socioeconómico. Para ello, utilizaron la subescala PTF en versión adaptada para población asiática. El instrumento contaba con 25 reactivos del ZTPI, de los cuales cinco correspondían al futuro. Los resultados mostraron un efecto de la orientación al futuro como variable predictora del éxito académico de estudiantes de escasos recursos. La conclusión que se desprende es que los estudiantes que viven en precariedad no logran desarrollar una visión muy clara de su futuro, pues probablemente la incertidumbre les impide desatender su presente afectando su desempeño académico, ello probablemente explique por qué no todos tienen un desempeño académico elevado. En la misma línea de análisis, Gore (2018) utilizó las subescalas PTF, PH y PF para evaluar cómo afecta la disponibilidad de recursos a la PT en dos grupos de diferente edad (adultos jóvenes y adultos) en Estados Unidos. Los hallazgos resultaron similares en ambos grupos y evidencian que individuos con mayores recursos pueden orientarse más al futuro. Una conclusión importante es que no es tanto la cantidad de recursos, sino la estabilidad de dichos recursos en el tiempo lo que determina la capacidad de orientarse al futuro; con ello se sugiere también que un ingreso inestable podría asociarse al presente fatalista.
En resumen, numerosas adaptaciones del ZTPI han surgido alrededor del mundo mostrando evidencias de validez y confiabilidad a veces aceptable y otras cuestionable. Se han encontrado estructuras diferentes a la original (Lomelí et al., 2017; Mendivelso & Galarraga, 2020; Sircova et al., 2014). Sin embargo, la mayor parte de estos resultados proviene de muestras conformadas por estudiantes o personas en espacios públicos. Pocos estudios se han centrado directamente en personas en pobreza y ninguno en México.
Es por ello que el objetivo de la presente investigación fue adaptar el ZTPI en una muestra de adultos que habitan en zonas marginadas de la ciudad de Hermosillo en el estado de Sonora, en el noroeste de México. Adicionalmente, se consideró pertinente conocer cuál de las áreas del ZTPI es dominante en la muestra seleccionada.
El estudio consideró un diseño no experimental de tipo ex post facto, con alcance instrumental y descriptivo (Ato et al., 2013) y muestreo bietápico. La recolección de los datos fue durante abril y julio del año 2021, una vez levantadas las restricciones de confinamiento por la pandemia de COVID-19 decretadas por las autoridades mexicanas.
Se aplicó el instrumento a 178 personas, de las cuales 117 eran mujeres y 61 hombres, con un promedio de 45 años y una desviación estándar (DS) de 14.51. En cuanto al nivel educativo, el 51.60% de la muestra contaba con educación básica, aunque en algunos casos trunca; el 23.50% educación media superior; el 20.40% educación superior y ocho casos (4.50%) nunca habían asistido a la escuela. A estos últimos casos se les leyó el consentimiento informado y las instrucciones del inventario. De igual forma, se obtuvieron datos del ingreso de los participantes, encontrando que la mayoría (73%) reportó un ingreso menor a los 250 USD (aprox. $4,240.47 pesos mexicanos) al mes, mientras que cerca del 22% mencionó ganar más de 250 USD, pero menos de 400 USD (aprox. $6,785.22 pesos mexicanos) al mes. Por último, el 5% dijo no contar con ingreso fijo, sino que obtenían sus recursos a través de programas sociales y/o ventas en el comercio informal. Además, se integró información sobre el ingreso, nivel educativo y condiciones de la vivienda como variable proxy del nivel socioeconómico (Marcial et al., 2016). La totalidad de los participantes habitaban en zonas consideradas de marginación. La participación fue voluntaria, la información ofrecida anónima y el manejo de los datos estrictamente confidencial.
El Inventario de Perspectiva Temporal de Zimbardo (ZTPI): consta de 56 reactivos en su versión extensa con enunciados que reflejan creencias, preferencias y valores asignados al pasado, el presente y el futuro, con opciones de respuesta de intervalo tipo Likert del 1 (completamente en desacuerdo) al 5 (totalmente de acuerdo). No obstante, se aumentaron las opciones de respuesta a siete con el fin de proporcionar mayor variabilidad. El ZTPI se compone de 5 factores que se componen en los siguientes: pasado positivo (PP), la cual refleja una actitud nostálgica y feliz del pasado (e.g., siento nostalgia al recordar mi niñez, me gusta recordar mi pasado); pasado negativo (PN), que representa visión aversiva y pesimista sobre el pasado (e.g., he vivido experiencias traumáticas, cosas dolorosas reviven en mi mente); presente fatalista (PF), conformado por una ausencia de interés temporal y una renuncia ante el destino (lo que tiene que pasar, pasará, no importa lo que yo haga); presente hedonista (PH), se relaciona con una actitud de disfrute y búsqueda del placer en el momento (e.g., me gusta vivir al máximo); y perspectiva temporal futura (PTF), que representa una tendencia a la planificación y la dirección con base en metas en el futuro. Al aplicar la escala original a población de zonas en marginación en la ciudad, las evidencias de confiabilidad reportadas mediante el coeficiente alfa de Cronbach para el ZTPI, se ubicaron entre .50 y .80 para las subescalas (Stolarski et al., 2015). Por otro lado, las evidencias de validez asociadas a la estructura interna de la prueba resultaron con cinco factores, pero con un total de 30 reactivos con eigenvalores mayores a 1 que en conjunto explican el 50.52% de la varianza total de la escala.
La ciudad de Hermosillo, capital del estado de Sonora, se localiza al noroeste de México, aproximadamente a 250 km de la frontera con Arizona, Estados Unidos. Tomada esta ciudad como unidad muestral, se revisó el listado de zonas de atención prioritaria (ZAP), según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Pública ([CONEVAL], 2020), en las cuales se ubica geográficamente la población en condiciones de pobreza, marginación y rezago social en el municipio. Posteriormente, se aplicó un muestreo no probabilístico de tipo intencional, donde se seleccionaron de manera aleatoria 200 viviendas, logrando aplicar el instrumento en 178 de ellas.
El instrumento fue objeto de una traducción desde su versión original en inglés al español por parte de los autores seguida de una validación por expertos en Psicología, con el fin de asegurar la claridad conceptual y redacción de los reactivos del instrumento. El proyecto fue sometido a evaluación por parte del comité de ética de la institución correspondiente, con el fin de obtener su aprobación. Una vez obtenida la autorización, se realizó el levantamiento de los datos acudiendo a los propios domicilios de los participantes. Se les entregaba un formato de consentimiento en el cual se enunciaba el objetivo del estudio, dinámica de la tarea, el carácter confidencial de la información y los compromisos de los responsables de la investigación.
Se utilizó el software SPSS en su versión 26. Por recomendación de los autores, se invirtieron las puntuaciones de los ítems 9, 24, 25, 41 y 56. Se efectuó un análisis factorial exploratorio (AFE) de máxima verosimilitud y rotación promax. De igual forma, se utilizó un criterio de selección de .30 en la carga factorial y valores de .80 en adecuación muestral KMO. Se aceptaron factores con un mínimo de tres ítems. Posteriormente, se realizó un análisis factorial confirmatorio (AFC) por medio de ecuaciones estructurales en el programa IBM AMOS 26.
La evaluación del modelo se obtuvo con los índices CFI (índice comparativo de ajuste), el TLI (índice de ajuste Tucker-Lewis), el GFI (índice de bondad de ajuste) y el AGFI (índice ajustado de bondad de ajuste). Para todos estos valores, se espera obtener valores ≥ .90 para ser considerados satisfactorios y > .95 para ser excelentes (Escobedo et al., 2016). Además, se incluyó el RMSEA (error de aproximación cuadrático medio), con valores esperados de < .06, y el SRMR (raíz cuadrada media estandarizada residual), el cual es aceptable cuando el valor es ≤ .08 resultando valores excelentes cuando es ≤ .50. Asimismo, se consideró el coeficiente alfa de Cronbach para obtener la fiabilidad de cada escala y del modelo final (Hair et al, 1999).
Una vez efectuado el modelo, se tomó la variable socioeconómica compuesta y se crearon cuatro grupos percentiles, con el fin de que cada uno refleje un nivel socioeconómico dentro de la muestra, la cual, cabe mencionar, fue ya definida como población de nivel socioeconómico bajo. No obstante, en esta agrupación se esperaría que los niveles más bajos se orientaran más al presente, por lo que se realizó una prueba Anova de una vía para conocer las diferencia entre los cuatro grupos resultantes, que fueron nombrados como muy bajo, bajo, medio bajo y no bajo. Para el análisis, se entiende que el grupo muy bajo es el de menor nivel socioeconómico de la muestra, mientras el grupo no bajo es el de mayor nivel socioeconómico.
En un primer análisis se observó la ausencia de normalidad en los datos, a través del estadístico de asimetría y curtosis para la totalidad de los reactivos, donde resultaron valores de asimetría negativa y curtosis con valores mayores a cero, lo que refleja un comportamiento anormal de los reactivos. Para poder normalizar los datos, se utilizó el proceso sugerido por Templeton (2011), el cual consiste en dos etapas. En la primera, la variable original es transformada hacia la uniformidad estadística percentil; en la segunda, se normaliza la variable transformada utilizando distribución normal inversa. Se eliminaron los reactivos que no presentaron carga significativa en cada factor, tomando .30 como punto de corte. Enseguida, se efectuó el AFE cuyos resultados se muestran en la Tabla 1, donde permanecieron 30 reactivos agrupados en cinco factores. El primer factor PF con siete reactivos, el segundo PH con ocho reactivos, el tercer factor PN con seis reactivos, el cuarto factor PP con cinco ítems y el quinto factor PTF con cuatro reactivos. Pese a esta agrupación de factores, los reactivos 13 y 21 resultaron simultáneamente en los factores PP y PTF, mostrando ambos carga ligeramente mayor en PP, no obstante, se tomó la decisión de dejarlos en el factor PTF por claridad conceptual. Es decir, se mantuvieron ambos reactivos en PTF, ya que tenían más sentido teórico de acuerdo a la propuesta original (Zimbardo & Boyd, 1999), de igual forma, se mantuvo la carga que ambos presentaron en PTF.
Tabla 1
Estructura factorial de la escala de perspectiva temporal
Nota: Factor1 = presente fatalista
(PF); factor 2 = presente
hedonista (PH); factor 3 = pasado negativo
(PN); factor 4 = pasado positivo (PP);
factor 5 = perspectiva temporal futuro (PTF);
*Máxima verosimilitud con rotación Promax.
El índice de adecuación muestral arrojó resultados satisfactorios: KMO = .80; χ² = 2260.402; gl = 528; sig. = .000. Los cinco factores explicaron el 50.32% de la varianza (PF = 21.18%; PH = 11.59%; PN = 6.65%; PP = 5.86%; PTF = 5.03%).
Posteriormente, se evaluó la fiabilidad del modelo completo. Los valores obtenidos fueron .86 para toda la escala y para los factores entre. 56 y .83, resultando el PP con el valor más bajo.
En la Tabla 2 se pueden apreciar los valores de asociación interfactorial, donde se observan siete estimaciones significativas resaltadas en negritas. Las correlaciones altas ocurren entre los factores PF y PN (.53), seguidos de PH y PN (.44). El resto de las correlaciones van de moderadas a bajas con el resto de los factores PF y PP (-.16) y PN con PP (.12) y PP con PTF (.17).
Tabla 2
Correlaciones bivariadas entre dimensiones de perspectiva temporal
La especificación y estimación del modelo con los cinco factores, resultó con valores residuales altos (Valdés et al., 2019). Por lo que se optó por eliminar seis reactivos del modelo para obtener valores aceptables (el 26 y el 48 del factor PH, el 37 de PF, el 30 de PN y los reactivos 18 y 40 de la escala PTF). Al igual, se decidió desestimar el factor PP porque presentaba indicadores de ajuste inaceptables y generando un impacto negativo en el ajuste del modelo completo (Davis & Cernas, 2017; González et al., 2017; Perry et al., 2020; Sircova et al., 2014). Enseguida, se muestra el modelo hipotético con cuatro factores, donde los valores de ajuste incremental y de fiabilidad son los siguientes: χ² = 222.32; gl = 528; p = .00; CFI = .914; TLI = .899; GFI = .88; AGFI = .84; RMSEA = .05; SRMR = .02; α = 86. Se aprecia un índice comparativo de ajuste aceptable, mas no excelente (CFI). Asimismo, los valores de bondad de ajuste y de ajuste incremental (GFI, TLI, AGFI) resultaron levemente por debajo de los .90 mínimos recomendados (Escobedo et al., 2016). No obstante, el análisis de los índices en conjunto, particularmente los valores de RMSEA y SRMR, indican que el modelo general mantiene un nivel aceptable, aunque resulta poco parsimonioso.
Figura 1
Modelo estructural confirmatorio para la escala de perspectiva temporal
Una vez probado el modelo con cuatro factores, se realizó un anova o prueba de hipótesis para establecer diferencias por nivel socioeconómico (NSE).
En cuanto al NSE, se muestran tres efectos principales. Para el factor PF (F, (3, 174) = 24.18; p < .001), el grupo muy bajo establece la diferencia con una media (1.50) respecto al resto de los grupos.
El factor PN presentó un valor de F significativo (F, (3,174) = 9.03; p < .001), siendo el grupo muy bajo quien presenta el mayor promedio (.96).
En el factor PTF se presentó con efecto significativo (F, (3, 174) = 2.76; p < .044), el grupo bajo (.53) destaca respecto al resto de los grupos.
Tabla 3
Diferencias en la PT por agrupación de nivel socioeconómico
A continuación, se discuten los resultados obtenidos, para lo cual es necesario recordar que el objetivo general fue adaptar la escala ZTPI para población adulta que habitan en zonas marginadas de México. Para ello, se seguirá el orden de los análisis estadísticos.
La escala ZTPI se trata de una escala que ha sido validada con varios grupos culturales, cuyas propiedades psicométricas de validez y confiabilidad ya están relativamente comprobadas, aunque existen controversias (Brenlla et al., 2019; Díaz-Morales, 2006; Germano & Brenlla, 2020; Gore, 2018; Jofré et al., 2021; Kostic & Chadee, 2017; Lomeli et al., 2017; Mendivelso & Galarraga, 2020; Murnikovas & Castillo, 2017; Peng et al., 2021; Perry et al., 2020; Sircova et al., 2014; Stolarski et al., 2015).
En el presente estudio, los resultados obtenidos mediante el AFC se basan en un modelo de cuatro factores, eliminando el factor PP. Lo cual, podría ser congruente con la aproximación teórica atemática que sustenta el ZTPI, es decir, no registra contenidos de metas específicas (Seginer & Lens, 2015).
Cabe señalar que, anteriormente, a nivel regional, también González et al. (2017) obtuvieron bajos valores de fiabilidad en el factor PP, específicamente, en estudiantes universitarios de la ciudad de Hermosillo. Aunque en un principio se pensó que esto podría deberse a un aspecto representativo de la localidad, una revisión posterior evidenció que se debe principalmente a la tradicional baja varianza de la escala PP (Davis & Cernas-Ortíz, 2017; McKay et al., 2022; Temple et al., 2017).
Este aspecto ha sido resaltado ampliamente en el pasado, estudios como el de Sircova et al. (2014) evidencian esta falla psicométrica a nivel internacional. También es común que el PP presente bajas correlaciones con otros constructos más tradicionales, como autoestima y satisfacción con la vida (Davis & Cernas-Ortiz, 2017), por lo que se ha puesto en duda la necesidad de mantener el factor en el instrumento (Peng et al., 2021; Temple et al., 2017). Una conclusión que se desprende del presente trabajo es que se puede prescindir del factor y en su lugar evaluar la percepción del pasado solo con PN.
Sobre lo anterior, Worrell (2021) menciona que parte del problema se ubica en la semántica de los reactivos que no hacen suficiente referencia al tiempo y lo sitúan en situaciones o aspectos que pueden ser percibidos de distinta forma. Por ejemplo, se refieren a como solían ser las cosas, o a los buenos tiempos, sin mencionar explícitamente el pasado en la pregunta. En esa misma línea, McKay et al. (2022) sugieren la presencia de «efectos contextuales» que provienen del orden de los reactivos en el ZTPI.
En cuanto a la relación de los factores PF y PN, vale la pena resaltar que valores superiores a .40 han sido encontrados en otros estudios (Stolarski et al., 2015). Probablemente, ello se deba a que los factores se asocian mostrando una mayor presencia de estas perspectivas negativas, ambas relacionadas a eventuales dificultades propias de la condición de pobreza (Simon et al., 2022).
Esta relación envuelve cierta contradicción teórica, pues, aunque ambos representan una visión negativa, uno trata del presente mientras el otro del pasado. En ese sentido, no sería la temporalidad el elemento definitivo, sino la percepción de la vida en general. Habría que explorar con mayor profundidad este aspecto, antes de presentar una conclusión definitiva. Se puede entender como un ir y venir entre el ayer y el hoy, reviviendo los aspectos negativos del pasado y relacionándolos con lo que se vive en el presente (Esparza-Del Villar et al., 2021).
Lo anterior, coincide con lo encontrado por Sircova et al. (2014), así como por González et al. (2017) en el estudio con jóvenes de Hermosillo en Sonora. En ambas investigaciones se encuentra valores similares en los análisis factoriales y asociaciones. Las correlaciones reflejan una perspectiva negativa que es capturada por el ZTPI independientemente de su temporalidad, es decir, que reflejan lo negativo tanto del pasado como del presente.
Al respecto, Germano y Brenlla (2020) encontraron que PF y PN correlacionan ampliamente con el malestar psicológico, llegando a la conclusión de que estas dimensiones guardan vínculo con sintomatología depresiva o ansiosa, por lo que es importante poner la atención en aquellos casos que puntúan alto en ambos factores (Dany et al., 2016). De igual forma, PN también correlacionó con PH sugiriendo que la tendencia al hedonismo se relaciona con una percepción negativa del pasado, por lo cual PH se relaciona levemente con el malestar psicológico (Germano & Brenlla, 2020).
Sobre lo anterior, mientras algunos estudios evidenciaron correlaciones bajas entre PH y PN (Sircova et al., 2014; Zimbardo & Boyd, 1999), estudios en Hermosillo han mostrado valores altos de correlación entre estos factores (González et al., 2017), lo que indicaría que cuando el pasado se percibe negativamente también existe hedonismo en el presente. Como si los malestares provocados por lo vivido motivaran comportamientos hedonistas o búsqueda del placer. Pese a los hallazgos, no es posible establecer conclusiones contundentes. Se requiere investigaciones empíricas en otros contextos y con otras muestras a fin de afirmar con mayor certeza cómo se establecen las relaciones entre las diferentes dimensiones medidas por el ZTPI. Además, PH y PF se relacionaron moderadamente, aspecto respaldado por estudios previos (González et al., 2017; Sircova et al., 2014; Zimbardo & Boyd, 1999).
Actualmente, todavía se mantiene el debate sobre la solidez del instrumento para detectar diferencias culturales. Cabe mencionar que, aun cuando la proliferación de versiones empíricas no es conveniente, mantener la versión teórica no siempre brinda los resultados más confiables (Peng et al., 2021). La solución más pertinente debe ser la de replantear el enfoque teórico sobre el pasado o tal vez poner a prueba una nueva semántica en los reactivos de la subescala PP (Temple et al., 2017).
En cuanto al análisis confirmatorio, los valores de bondad de ajuste, de parsimonia y de ajuste incremental en el modelo confirmatorio resultaron levemente por debajo del punto recomendado de .90; no obstante, se mantuvieron por encima de valores reportados en otras revisiones (McKay et al., 2022; Temple et al., 2017). Una vez puesta a prueba la validez del modelo, se avaló la sensibilidad de la escala de cuatro factores, por lo que se recomienda su uso con poblaciones marginadas similares a la del estudio. Obviamente, reconociendo las características etics y emics de la población (Díaz-Loving, 1998).
Asimismo, la estructura obtenida coincide con lo encontrado por Peng et al. (2021), quienes ubicaron los reactivos que más coinciden entre las diferentes versiones ajustadas del instrumento. Comparando los resultados obtenidos, cerca del 80% de los reactivos que se mantuvieron en el presente estudio coinciden con lo planteado por estos autores, lo que puede representar un avance inicial, aunque no definitivo, en la consolidación de una versión multicultural. De igual forma, los valores de alfa de Cronbach obtenidos en el resto de los factores se asemejan a los de otros estudios (Davis & Cernas-Ortíz, 2017; González et al., 2017; Perry et al., 2020).
El modelo confirmatorio se evalúa con valores que cumplen los criterios establecidos como aceptables; no obstante, es importante señalar que la validez empírica del modelo debe reflejar fielmente la teoría subyacente, de lo contrario, se correría el riesgo de que sea meramente un ejercicio estadístico. A pesar de esta precaución, se han identificado ciertos elementos que sugieren la viabilidad de aplicar el modelo en poblaciones vulnerables. Es importante destacar que contar con una muestra de más de 200 casos facilitarían la obtención de conclusiones más confiables (Jordan, 2021). Lamentablemente, este criterio no se cumplió en el presente estudio.
También es importante insistir en el replanteamiento teórico del instrumento para poder superar las dificultades psicométricas que se han venido discutiendo en los últimos años (McKay et al., 2022; Peng et al., 2021; Temple et al., 2017) y al fortalecer la estructura teórica, sería posible plantear nuevas hipótesis y demostrar la relevancia que tiene la PT al asociarse a otros constructos psicológicos (Peng et al., 2021; Stolarski et al., 2015). De hecho, las escalas cortas pueden presentar baja consistencia interna sin que eso sea un gran problema, ya que la presencia de reactivos suficientemente heterogéneos aumenta la cobertura del dominio estudiado, al mismo tiempo que mantiene la eficiencia en la captura de varianza en los datos (McKay et al., 2022; Temple et al., 2017).
En relación con los hallazgos reportados en la población estudiada, el análisis que reporta diferencias de medias por nivel socioeconómico sugiere una mayor orientación al presente en individuos de nivel socioeconómico más bajo, aunque se trata de una forma más fatalista que hedonista. Lo anterior, podría reflejar una tendencia a dejarse llevar por las circunstancias de la vida, que podría representarse en desesperanza o percepción de falta de control. Este hallazgo coincide con lo encontrado por Dany et al. (2016), quienes tampoco encontraron asociación entre una medida de nivel socioeconómico y el PH. En dicho estudio se reportó que el PF se relaciona negativamente con el nivel socioeconómico de personas pobres en Francia. Esta coincidencia sugiere, sin indicar causalidad, que la pobreza podría, eventualmente, asociarse al fatalismo.
Lo anterior, también sugiere que esa concentración en el presente no implica una búsqueda de placer, sino más bien un sometimiento ante las cosas y dificultades que la vida trae, como un resultado de la incertidumbre en la que pueden verse individuos sin recursos suficientes.
Resulta particularmente interesante que el PN es predominante en el grupo de mayor precariedad (muy bajo). El dato permite considerar que la condición de pobreza, y su relación con la PT, se centra en cómo la percepción de lo vivido se conecta con el presente a través de aspectos negativos. Estos hallazgos reflejan una visión pesimista que se fundamenta en lo pasado y en lo presente, tal vez relacionando eventos negativos del pasado con lo que sucede en el presente, de manera que se crea una expectativa negativa de la vida (probablemente basada en el pasado), la cual podría limitar la atención en el futuro, pues es algo que no resulta necesario (Carpenter et al., 2022; Seginer & Lens, 2015; Simon et al., 2022). Los resultados soportan parcialmente la relación entre orientación al presente y pobreza.
Por otro lado, el grupo más orientado al futuro no fue el de nivel socioeconómico más alto, como se habría esperado. No obstante, se debe tener en cuenta que toda la muestra se ubica en zonas clasificadas como marginadas, por lo que un estudio comparativo entre clases bajas y altas podría ser más adecuado para esa conclusión.
Algunas limitaciones del estudio son, primeramente, el tamaño de la muestra, ya que se encuentra por debajo de los 200 casos recomendados (Hair et al., 1999). Las restricciones por COVID-19 dificultaron alcanzar ese número. De igual forma, la falta de normalidad en los datos obligó al uso de técnicas de normalización, debido a la dificultad por obtener más casos y poder mejorar así la distribución. No obstante, los métodos utilizados han mostrado resultados confiables y pueden ser acompañados de otros métodos (Templeton, 2011).
Una recomendación, para estudios posteriores es realizar, mediante situaciones experimentales o cuasi experimentales, la comprobación del rasgo en varias situaciones de riesgo e incertidumbre para la toma de decisiones. Finalmente, se sugiere continuar trabajando en la consolidación etnopsicométrica de la escala ZTPI, pero tal vez resultaría favorable desarrollar estudios con una versión corta.
Los autores declaran que en esta investigación no existe ningún conflicto de intereses.
En este estudio se ha respetado la privacidad de los participantes, así como no se ha realizado ningún tipo de experimento en seres humanos ni en animales. La investigación es producto de una encuesta realizada previo consentimiento informado, la cual no contenía información personal.
JILB: redacción, análisis y revisión de todos los apartados del artículo.
JFLA: redacción, análisis y revisión de todos los apartados del artículo.
Acee, T.
W., Hoff, M. A., Flaggs, D. A., & Sylvester, B. (2023). Time Perspective and Grade
Expectations as Predictors of Student
Achievement and Retention in the First Year of Community College.
Journal of College Student
Retention: Research, Theory & Practice,
24(4), 924-946. https://doi.org/10.1177/1521025120960676
Ato, M., López, J., & Benavente, A. (2013). Un sistema de clasificación de los diseños de investigación en psicología. Anales de psicología, 29(3), 1038-1059.
Baird, H. M., Webb, T. L., Martin, J., & Sirois, F. M. (2018). The Relationship Between a Balanced Time Perspective and Self-monitoring of Blood Glucose Among People with Type 1 Diabetes. Annals of Behavioral Medicine: A Publication of the Society of Behavioral Medicine, 53(2), 196 -209. https://doi.org/10.1093/abm/kay028
Barrera-Hernández, L. F., Corral-Verdugo, V., & Fraijo-Sing, B. S. (2021). El futuro trascendental como determinante de las conductas sustentables y la percepción de felicidad. CES Psicología, 14(1), 2-15. https://doi.org/10.21615/cesp.14.1.2
Brenlla, M.,
Zapater, J., & Germano, G. (2019). Adaptación lingüística, estructura factorial y fiabilidad del Inventario de Perspectiva Temporal de
Zimbardo para Buenos Aires. Interdisciplinaria,
36(2). 111-127. https://doi.org/10.16888/interd.2019.36.2.8
Carpenter, R., Horton, J. C., & Alloway, T. (2022). Time Perspective, Working Memory, and Depression in Non-Clinical Samples: Is There a Link? The Journal of Psychology, 156(6), 414-434. https://doi.org/10.1080/00223980.2022.2078948
Consejo Nacional de Evaluación de la Política
de Desarrollo Social. (2020). Criterios generales para la determinación de
las Zonas de Atención Prioritaria, 2021.
https://www.coneval.org.mx/Medicion/Docume nts/Criterios_ZAP_2021.pdf
Dany, L., Roussel, P., Laguette, V., Lagouannelle-Simeoni, M. C., & Apostolidis, T. (2016). Time
Perspective, Socioeconomic Status, and Psychological Distress in Chronic
Pain Patients. Psychology, Health and Medicine. 21(3), 295-308. http://dx.doi.org/10.1080/13548506.2015.1062900
Davis, M. A., & Cernas-Ortiz, D. A. (2017). Revisiting the Structural and Nomological Validity
of the Zimbardo Time Perspective Inventory. Personality and Individual
Differences, 104, 98-103. https://doi.org/10.1016/j.paid.2016.07.037
Díaz-Morales, J. F. (2006). Estructura factorial y fiabilidad del Inventario de Perspectiva Temporal de Zimbardo. Psicothema, 18(3) 565-571.
Díaz-Loving,
R. (1998). Cultura y personalidad: Rasgos universales
e idiosincrásicos. En Alcaraz & Bouzas (Coord.), Las Aportaciones mexicanas
a la psicología (pp. 631-652).
Escobedo, M., Hernández, J., Estebané,
V., & Martínez, G. (2016). Modelos de ecuaciones estructurales: características, fases, construcción, aplicación y resultados. Ciencia
& Trabajo, 18(55), 16-22. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-24492016000100004
Esparza-Del
Villar, O. A., Chavarría-Gamiz, C. F., Cabral- Sánchez, J. A., Sanz-González, S., & Castro-Lazalde, A. K. (2021). Fatalismo y su relación con el autoestigma y la búsqueda de tratamiento de salud mental. Enseñanza e Investigación en Psicología, 3(2), 173-188. https://revistacneipne.org/index.php/cneip/article/view/119
Fieulaine, N., & Apostolidis, T. (2015). Precariousness as a Time Horizon:
How Poverty and Social Insecurity Shape Individuals’ Time Perspectives. En
M. Stolarski, N. Fieulaine, & W. Van Beek (Eds.), Time Perspective Theory; Review, Research and
Application. Essays in honor of
Phillip Zimbardo (pp. 213-230). Springer.
https://doi.org/10.1007/978-3-319-07368-2
Frankenhuis, W. E., & Nettle, D. (2020). The Strengths of People in Poverty. Current Directions
in Psychological Science, 29(1), 16-21. https://doi.org/10.1177/0963721419881154
Gore, J. S. (2018).
Standing on Shaky Ground and Living in the Now: How Resource Amount and Stability Influence
Time Perspectives. Journal of Applied Psychology, 48(7), 398-408. https://doi.org/10.1111/jasp.12520
González, D., Maytorena, M. Á., Cárdenas, N., & Tapia, C. (2017). Perspectiva temporal de estudiantes universitarios mexicanos y colombianos. Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación e Avaliação Psicológica. RIDEP, 46(1), 133-145.
Grasso, P. (2019). Perspectiva temporal futura: una aproximación
al concepto. Revista ConCiencia
EPG, 4(1), 12-29. https://doi.org/10.32654/CONCIENCIAEPG.4-1.2
Hair, J. J. F., Anderson, R. E., Tatham, R. L., & Black, W. C. (1999). Análisis Multivariante (5.a ed.). Prentice Hall. https://es.scribd.com/document/365246473/258089957-Analisis-Multivariante-Hair-PDF
Jofré, I., Oyanadel, C., & Castro, W. (2021). Versión breve del Inventario de Perspectiva Temporal de Zimbardo para población chilena: una comparación internacional. Universitas Psychologica, 20, 1-10. https://doi.org/10.11144/Javeriana.upsy20.vbip
Jordan, F. M. (2021). Valor de corte de los índices de ajuste en el análisis factorial confirmatorio. PSOCIAL, Revista de investigación en Psicología Social, 7(1), 1-5. http://portal.amelica.org/ameli/journal/123/1232225009/
Kooij, D. T. A. M., Kanfer, R., Betts, M., & Rudolph, C. W. (2018). Future
Time Perspective: A Systematic Review and Meta-Analysis. Journal of
Applied Psychology, 103(8), 867-893.
https://doi.org/10.1037/apl0000306.supp
Kostic, A., & Chadee, D. (2017). Time Perspective: Theory and
Practice. Palgrave
Macmillan. https://doi.org/10.1057/978-1-137-60191-9
Li, X., Zhang, X., & Lyu, H. (2023). Low Socioeconomic
Status and Academic Achievement: A Moderated Mediation
Model of Future Time Perspective and Chinese Cultural
Beliefs About Adversity. Current Psychology, 43, 3669-3681. https://doi.org/10.1007/s12144-023-04532-1
Loose,
T., & Vasquez-Echeverría, A. (2023). Academic Performance
and Feelings of Belonging: Indirect
Effects of Time Perspective
Through Motivational Processes. Current Psychology, 42, 4531-4542. https://doi.org/10.1007/s12144-021-01779-4
McKay,
M. T., Worrell, F. C., Perry, J. L., Chishima, Y., Zivkovic, U., Mello, Z. R., & Cole, J. C. (2022). Even a Broken Clock is Right Twice a Day: The
Case of the Zimbardo Time Perspective Inventory. Personality and Individual
Differences, 184, 111-157. https://doi.org/10.1016/j.paid.2021.111157
Mello, Z. (2019). A Construct Matures: Time
Perspective’s Multidimensional, Developmental, and Modifiable Qualities. Research
in Human Development, 16(2), 93- 101. https://doi.org/10.1080/15427609.2019.1651156
Mendivelso, M., & Galarraga, M. L. (2020). Perspectiva temporal en una muestra de estudiantes de adolescentes argentinos y colombianos. Orientación y Sociedad, 20(1), e020. https://revistas.unlp.edu.ar/OrientacionYSociedad/article/view/10241
Murnikovas, A., & Castillo, M. (2017, junio).
Time Perspective
in Runners: A Comparative Study with College Students
[sesión de conferencia]. 14 European
Conference on Psychological Assessment, Lisbon, Portugal.
https://www.researchgate.net/publication/329758860_Time_Perspective_in_Runners_A_Comparative_study_with_college_Students
Nuttin, J., & Lens, W.
(1984). Future Time Perspective and Motivation: Theory and Research
Method. University Press.
Peng, C., Yue, C., Avitt, A., & Chen, Y. (2021). A Systematic Review Approach to Find Robust Items of the Zimbardo Time Perspective Inventory. Frontiers in Psychology, 12, 627578. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2021.627578
Perry, J. L., Temple, E. C., Worrell, F. C., Zivkovic, U., Mello, Z. R., Musil, B., Cole, J. C., & Mckay, M. T. (2020). Different
Version, Similar Result? A Critical Analysis of the Multiplicity of Shortened Versions of the Zimbardo Time Perspective Inventory. SAGE Open,
10(2), 1-15. https://doi.org/10.1177/2158244020923351
Seginer, R. (2009). Future orientation: Developmental
and ecological perspectives. Springer. https://doi.org/10.1007/b106810
Seginer,
R. Y., & Lens, W. (2015). The Motivational
Properties of Future Time Perspective. Future Orientation: Different Approaches, Different Cultures. En
M. Stolarski, N. Fieulaine, & W. Van Beek (eds.), Time Perspective Theory; Review, Research and Application
(pp. 287-304). Springer. https://psycnet.apa.org/doi/10.1007/978-3-319-07368-2_19
Silva, M. R. (2016). Dimensiones psicosociales de la pobreza. Percepciones de una realidad recuperada. Universidad Nacional Autónoma de México. https://ru.iiec.unam.mx/3907/
Simon, E., Zsidó, A. N., Birkás,
B., Gács, B., & Csathó, Á. (2022). Negative Time Perspective Predicts the Self-Perceived
Affective and Physical Components of Pain Independently from Depression,
Anxiety, and Early Life Circumstances.
Acta Psychologica,
224,
103536. https://doi.org/10.1016/j.actpsy.2022.103536
Sircova, A., Van de Vijver, F. J. R., Osin, E., Milfont, T. L., Fieulaine, N., Kislali-Erginbilgic, A., Zimbardo, P. G.,
Djarallah, S., Chorfi, M. S., Leite, U., Lin, H., Lvu, H., Bunjevac, T., Tomaš, T., Punek,
J., Vrlec, A., Matic, J., Bokulic, M., Klicperová-Baker,
M., … Boyd, J. N. (2014). A Global Look at Time: A 24-Country Study
of the Equivalence of the Zimbardo Time
Perspective Inventory. Educational and Psychological
Measurement, 4(1), 517-549. https://doi.org/10.1177/2158244013515686
Stolarski, M., Fieulaine, N., & Van Beek, W. (2015). Time Perspective Theory: The Introduction. En M. Stolarski, N. Fieulaine, & W. Van Beek (Eds.), Time Perspective Theory;
Review, Research and Application (pp. 1-13). Springer. https://www.researchgate.net/publication/285577186_Time_Perspective_Theory_The_Introduction
Temple, E., Perry, J. L., Worrell, F. C., Zivkovic, U., Mello, Z. R., Musil, B., Cole, J. C., & McKay, M.
T. (2017). The Zimbardo
Time Perspective Inventory: Time for a New
Strategy, not More New Shortened Versions.
Time & Society, 28(3),
1167-1180. https://doi.org/10.1177/0961463X17718102
Templeton, G. F. (2011). A Two-Step Approach for Transforming Continuous Variables to Normal: Implications and Recommendations for IS
Research. Communications of the Association for Information Systems, 28, 41-58. https://doi.org/10.17705/1CAIS.02804
Valdés, A. A., García, F. I., Torres, G. M., Urías, M., & Grijalva,
C. S. (2019). Medición en investigación educativa con apoyo
del SPSS y el AMOS. Clave Editorial.
Worrell, F. (2021, 13 de julio). Time Perspective an Historical Developmental Overview
[video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=zsEe0OuB_Aw
Zimbardo,
P. G., & Boyd, J. N. (1999). Putting Time in Perspective: A Valid, Reliable Individual-Differences Metric.
Journal of Personality and Social
Psychology, 77(6),
1271-1288. https://doi.org/10.1037/0022-3514.77.6.1271
Recibido: 15 de diciembre de 2023
Aceptado: 20 de mayo de 2024
Este es un artículo Open Access publicado bajo la licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional. (CC-BY 4.0)