https://doi.org/10.24265/liberabit.2022.v28n2.579
Fernando
Menaa,*
https://orcid.org/0000-0003-2474-3194
Francisco
Calderónb
https://orcid.org/0000-0002-8854-9377
aFundación
Pro Educación de El Salvador, El Salvador
bUniversity of Oxford, United Kingdom
Autor corresponsal:
fernandomena@funpres.org.sv
Para citar este artículo:
Mena, F., & Calderón,
F. (2022). Propiedades psicométricas de la Escala Atenas de Insomnio
en población salvadoreña. Liberabit, 28(2), e579. https://doi.org/10.24265/liberabit.2022.v28n2.579
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Resumen
Antecedentes: el insomnio puede tener un efecto negativo
en el funcionamiento diario y se asocia fuertemente con síntomas de depresión
y ansiedad, especialmente en mujeres. En El Salvador
no existen escalas con adecuadas propiedades psicométricas para su medición.
En este contexto, la Escala Atenas de Insomnio (AIS) es una opción viable para medir esta
sintomatología, dada su breve
extensión, sólida fundamentación teórica y pertinencia en otros países. Objetivo: analizar las propiedades psicométricas de la Escala Atenas de Insomnio en
población salvadoreña, en su versión
completa (AIS-8) y abreviada (AIS-5). Método: participaron 1479 adultos
salvadoreños de los 14 departamentos del país (edad media = 33.3 años, DE = 11.7), seleccionados a través
de un muestreo no probabilístico. Se indagó evidencia de confiabilidad, validez basada en estructura interna y validez convergente. Resultados: ambas escalas mostraron adecuada consistencia interna, validez basada en estructura interna a través de una estructura unifactorial,
invarianza entre sexos y validez convergente con escalas de depresión, ansiedad
y estrés. Conclusiones:
ambas versiones poseen adecuadas propiedades
psicométricas. Covarianzas compartidas y desajustes parciales sugieren
que es necesario analizar su adecuación
cultural. A pesar de ello,
existe suficiente evidencia que sustenta su utilidad para evaluar
síntomas de insomnio
no orgánico en población salvadoreña.
Palabras clave: insomnio; salud mental; población salvadoreña; propiedades psicométricas; análisis factorial.
Abstract
Background: Insomnia can harm daily functioning
and is strongly associated with depression and anxiety symptoms, especially in women. El Salvador
has no scales with adequate psychometric properties for their measurement. In this context, the
Athens Insomnia Scale (AIS) is a viable option to measure this symptomatology, given its short length of time, solid theoretical foundation, and relevance in other countries. Objective: To analyze the psychometric
properties of AIS in the Salvadoran population, in its complete (AIS-8) and abbreviated
(AIS-5) versions. Method: The study consisted of 1479 Salvadoran adults from the 14 departments
of the country (mean age = 33.3 years, SD = 11.7)
who were screened through a non-probability sampling design. Evidence of reliability,
validity based on internal structure, and convergent validity were examined. Results: Both scales showed adequate internal consistency, validity based on internal structure through a one-factor structure, invariance between sexes,
and convergent validity with depression, anxiety, and stress scales.
Conclusions:
Both versions have adequate psychometric properties. Shared covariances and partial mismatch indexes suggest the need to analyze its cultural
adequacy. Despite this, there is sufficient evidence to support its usefulness in evaluating symptoms of non-organic insomnia in the Salvadoran population.
Keywords: insomnia; mental health; Salvadoran population; psychometric properties; factor analysis.
De acuerdo con la Philips Global Sleep Survey, administrada en 13 países (en su mayoría
de altos ingresos y occidentales), el
70% de las personas ha experimentado
una o más interrupciones del sueño desde
el comienzo de la pandemia, mientras que el 55% indicó que está total o parcialmente insatisfecho con su sueño. Además, el 48% informó
que la pandemia afectó negativamente su estrés y el 24% describió a este como la principal barrera para dormir bien
por la noche (Philips, 2021).
El insomnio se caracteriza por problemas
para iniciar el sueño, despertarse
antes de lo esperado y tener sueños
intermitentes y de mala calidad, que se acompañan a efectos desfavorables durante la vigilia
(Romero et al., 2005). En las personas
con insomnio, la cantidad y la calidad
del sueño es insatisfactoria y prolongada
en el tiempo (Leal-Grimaldo et al., 2017). El insomnio puede ocurrir como resultado de prácticas de salud física nocivas, elementos contextuales
y cambios en la rutina. Además,
existen factores de vulnerabilidad que aumentan el riesgo de aparición,
como la presencia de eventos estresantes (Ruiz,
2007) o rasgos de personalidad específicos, como
el perfeccionismo y el neuroticismo (Van de Laar et al., 2010).
Durante el confinamiento por la pandemia
de COVID-19, la población
en general ha experimentado situaciones de estrés sin
precedentes que puede haber tenido
un impacto notable en su bienestar emocional (Twenge & Joiner,
2020) y cuyos efectos pueden haber mermado
gravemente la calidad
de su sueño (De Souza et al., 2021). Dado que
una adecuada calidad del sueño contribuye a la
capacidad de la regulación de las emociones, estas alteraciones también pueden tener consecuencias negativas en el funcionamiento emocional
del día siguiente, y estos síntomas
pueden empeorar si se prolongan en el
tiempo (Ramírez-Ortíz et al., 2020). Esto puede convertirse en una espiral
descendente en la que los síntomas emocionales y de insomnio
se intensifican y se agravan entre sí.
Al respecto, existe
una fuerte asociación entre los síntomas de depresión y de ansiedad y el insomnio. Por un lado, la sintomatología de insomnio prolongado se ha relacionado con puntuaciones más altas en inventarios de autoinforme de depresión y de ansiedad (Asociación de Psiquiatría Americana
[APA], 2014) y con un mayor riesgo
de desarrollar un trastorno depresivo mayor (Odds Ratio: 39.8; Ford & Kamerow, 1989). Por otra parte, el insomnio y la hipersomnia forman parte de los criterios diagnósticos de trastornos depresivos y de ansiedad
(APA, 2014). Incluso, algunos estudios indican que la alteración del sueño es una de las principales características causales de la depresión mayor en niños (Liu et
al., 2007), adolescentes (Blake
et al., 2018) y adultos (Zhai et al., 2015) al compararse con otros criterios diagnósticos. También el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales 5° edición
(DSM-5; APA, 2014) indica que este criterio es uno de
los más estables a través de todos los países y culturas.
La presencia de sintomatología de insomnio presenta diferencias al compararse entre
sexos. El metaanálisis reporta
un mayor riesgo de insomnio
en mujeres en comparación a
los hombres, lo que lleva a mayores complicaciones en el funcionamiento diario en ellas (Zhang & Wing,
2006; Zeng et al., 2020). Las razones de esta
mayor prevalencia son multicausales. Por un lado, las mujeres
suelen presentar mayores
condiciones de vulnerabilidad socioeconómica, lo que se ha asociado a un estado de salud mental más desfavorable (Lallukka et al., 2012). También, son más propensas
a ser diagnosticadas con trastornos de depresión y de ansiedad, los cuales se relacionan
estrechamente a síntomas de insomnio (Emamian et al., 2019). Finalmente, también pueden existir patrones hormonales y cambios físicos que pueden
estar a la base de estas diferencias, como la pubertad, los ciclos menstruales, el embarazo y la menopausia (Krishnan & Collop, 2006).
En el contexto de la pandemia, existe
evidencia de que las mujeres
han sido más propensas a experimentar dificultades para dormir en comparación que los hombres y que ellas
reportan un mayor efecto negativo en
su rutina de sueño y su capacidad para dormir bien (Philips, 2021).
Además, las mujeres también
reportan en mayor medida que los hombres que durante este periodo se han exacerbado síntomas de depresión, ansiedad y estrés
(Kolakowsky-Hayner et al., 2021), lo que puede relacionarse también a una mayor
prevalencia de sintomatología de insomnio.
En un estudio
en población salvadoreña, Mena et al. (2020) reportan
que un 34.8% de la muestra estudiada refirió frecuentemente dificultades para conciliar el
sueño o permanecer dormidos luego de comenzada la pandemia. Esta sintomatología fue moderadamente mayor en mujeres.
Además, indican que la dificultad para dormir se correlacionó positiva
y moderadamente con síntomas de depresión y de ansiedad.
Esta prevalencia considerable de síntomas de insomnio
y sus posibles repercusiones en la salud mental
indican la enorme necesidad de instrumentos
con adecuadas propiedades psicométricas que puedan ser aplicados en población salvadoreña. Un potencial candidato
es la Escala Atenas de Insomnio (AIS, por sus siglas en inglés), creada por Soldatos et al. (2000) y basada en los criterios diagnósticos
para insomnio no orgánico del
CIE-10. Esta destaca por su breve extensión
y por su facilidad de aplicación, ya que se
presenta en versiones de 8 o 5 ítems en formato autorreporte a través de escalas tipo Likert con cuatro opciones
de respuesta. En la versión
completa (AIS-8), los primeros cuatro ítems exploran
cuantitativamente el sueño,
el quinto indaga
sobre su calidad global y los últimos tres
exploran el impacto del insomnio
durante el día. La versión abreviada (AIS-5)
está compuesta solamente por los primeros cinco
ítems. Los autores recomiendan la versión completa
para uso en contextos clínicos
diagnósticos y la versión abreviada como una herramienta para evaluar específicamente la calidad y la cantidad de sueño derivada de síntomas de insomnio no orgánico, ya que los últimos tres
ítems se refieren a sintomatología que puede ser producto de otras afectaciones del sueño, como la apnea o la narcolepsia.
La Escala Atenas de Insomnio ha sido
traducida y validada al español
para su uso en población
mexicana (Nenclares & Jiménez-Genchi, 2005). Su análisis
factorial, tanto en la versión en inglés como
en español, indican una estructura unifactorial
y con adecuados niveles de consistencia interna (Monterrosa-Castro, 2013; Baños-Chaparro et
al., 2021). En El Salvador,
Mena et al. (2021) y Mena et al. (2022) indicaron adecuados
coeficientes de consistencia interna
para su uso en estudiantes universitarios ( = .863) y población general
( =
.900), respectivamente.
A conocimiento de los autores, no existen instrumentos que indaguen síntomas
de insomnio no orgánico
en población salvadoreña cuyas propiedades psicométricas hayan sido analizadas a
profundidad. Por ende, determinar la evidencia de validez y confiabilidad de la AIS supone un aporte significativo para la evaluación de esta sintomatología
en el país y cobra especial
importancia en el contexto de la emergencia
sanitaria por la pandemia del COVID- 19, que se ha relacionado con un aumento
en sintomatología emocional en general, y de insomnio no orgánico en específico.
Por tanto, el objetivo de este estudio
es describir las propiedades psicométricas de la Escala Atenas de
Insomnio en su versión completa (AIS-8) y abreviada (AIS-5) en población salvadoreña. En
específico, se plantea determinar su evidencia de validez basada
en la estructura interna a
través de un análisis factorial y de invarianza
de medición entre sexos, su evidencia basada en relaciones con otras variables
a través de evidencia convergente, y la
evidencia de confiabilidad a través del método de consistencia interna.
La investigación planteada
corresponde a un estudio
cuantitativo instrumental, ya que se enfoca en analizar la calidad psicométrica de un instrumento de medición. Esto
permite determinar las propiedades psicométricas
de este para su uso en una población específica (Montero
& León, 2007).
A través de un muestreo no
probabilístico por conveniencia o redes,
se contó con la participación de 1479 personas
(33.8% hombres y 66.2% mujeres), con una edad media de 33.3 años ( = 11.7 años), en un rango de 18 a 74 años y de los 14 departamentos del país. Se procuró que la muestra
se asemejara a la proporción por sexo, edad y departamentos proyectada para el año 2021
en El Salvador (ver Mena et al.,
2022). La recolección de datos se
realizó a través de un cuestionario en línea
(ver procedimiento).
Los criterios de inclusión para
participar en el estudio original
fueron los siguientes: (a) ser mayor de 18 años; (b) residir en el territorio salvadoreño; y
(c)
consentir en el uso de los datos para propósitos de investigación. Se excluyeron de la recolección de datos a
participantes que no cumplieron con alguno de los criterios.
Escala
Atenas de Insomnio (AIS; Soldatos et al., 2000). La escala tiene cuatro opciones de respuesta, desde 0 a 3 (0 significa ningún problema
y 3 significa un problema muy serio) e indagan la sintomatología de insomnio ocurrida en el último mes. La versión de 8 ítems tiene una puntuación mínima de 0 y máxima de 18 puntos,
mientras que la versión de 5 ítems tiene una puntuación mínima de 0 y máxima de 15. Una mayor puntuación indica
mayor presencia de sintomatología de insomnio no orgánico. Se utilizó
la validación mexicana
de la prueba, realizada por Nenclares y Jiménez-Genchi (2005), que encuadra la evaluación de la
sintomatología en la última semana.
La escala utilizada se adjunta en el Anexo 1.
Escalas de Depresión, Ansiedad
y Estrés-21 (DASS-21; Daza et al., 2002; Lovibond & Lovibond, 1995). Escala
tipo Likert de autorreporte de 21 ítems que evalúa síntomas de depresión, ansiedad
y tensión emocional. Tiene cuatro opciones de
respuesta, del 0 al 3 (0 significa nunca y 3 significa casi siempre). En ella
se le solicita al participante que describa los síntomas ocurridos en la última semana. Las propiedades
psicométricas de esta escala han sido adecuadamente establecidas en población
salvadoreña, mostrando una adecuada evidencia de confiabilidad basada en consistencia
interna (Gutiérrez-Quintanilla et al., 2020; Mena et al., 2020,
Mena et al., 2021; Orellana
& Orellana, 2020), validez
convergente y validez basada en estructura interna
(Orellana & Orellana, 2021). Se utilizó la
adaptación al español realizada por Daza et al. (2002), acorde
a la versión que fue utilizada por las investigaciones que validaron su uso en el
país. En este estudio, la escala
mostró un coeficiente de .957 [IC 95% = (.953, .960)], el cual se considera
satisfactorio.
Los datos de esta investigación son retomados de un
estudio más amplio (Mena et al., 2022) realizado en una muestra de adultos salvadoreños. En este, se distribuyó
en línea un cuestionario titulado Estudio de
la salud mental de los salvadoreños y factores asociados, a través de la plataforma Limesurvey. La encuesta
fue compartida a través de redes sociales
y pautas pagadas. En el cuestionario se presentaron los criterios
de inclusión, se confirmó el consentimiento para participar en la prueba y se aplicaron
las escalas. Los datos fueron recolectados entre el 9 de agosto y el 20 de septiembre de 2021.
El análisis de datos se realizó utilizando SPSS v.24 (International Business Machines Corporation
[IBM], 2016) y R versión 4.1.2 (R Project, 2022) en conjunto con
RStudio versión para ordenador 2022.02.1+461 (Rstudio, 2021) por medio del paquete
lavaan (Rosseel, 2012). El análisis de las propiedades psicométricas se realizó con base en la propuesta de evidencias de validez y confiabilidad que exponen los Estándares para Pruebas Educativas y
Psicológicas (American Educational Research Association, American Psychological Association & National Council on
Measurement in Education
[AERA, APA & NCME], 2018).
Para
los análisis descriptivos se reportó la media, la mediana y la correlación ítem-total.
La evidencia de confiabilidad se
reporta utilizando el coeficiente omega de McDonald (; McDonald,
1999), considerándose apropiado si supera un valor de .700 (Taber, 2017).
También se calcularon diferencias estadísticamente
significativas entre los coeficientes utilizando la fórmula
propuesta por Feldt (1980)
para el contraste para dos coeficientes de confiabilidad en muestras dependientes.
La evidencia de validez basada en
relaciones con otras variables a
través de evidencia convergente se realizó
utilizando coeficientes de correlación con corrección
por atenuación, que toman en cuenta en su
cálculo la naturaleza latente de las escalas de medición y el error de medición (Trafimow,
2015). La interpretación del tamaño del efecto de los coeficientes de correlación se realizó atendiendo a los parámetros que expone Akoglu (2018) para estudios en el campo de la psicología. Además, se utilizó como criterio un coeficiente de correlación
menor a .900 para descartar
multicolinealidad entre las puntuaciones de los ítems (Hatcher, 2013).
Para realizar los análisis factoriales, los participantes se dividieron aleatoriamente en dos mitades. En una (Grupo 1) se realizaron
los Análisis Factoriales Exploratorios (AFE); en la otra (Grupo 2), los Análisis Factoriales
Confirmatorios (AFC) y las pruebas
de invarianza. Estos análisis se realizaron para ambas versiones
de la escala.
En la selección
de la cantidad de componentes en los modelos de AFE, se utilizaron el análisis paralelo
(con 500 simulaciones), la gráfica de sedimentación y el análisis
de Velicier de mínimos promedios
parciales (MAP, por sus siglas en inglés),
y se seleccionó la opción más repetida
entre estos métodos. Para ejecutar el AFE se utilizaron
correlaciones policóricas debido al tipo de
respuesta ordinal de la escala (Flora & Curran,
2004; Nenclares &
Jiménez-Genchi, 2005) en conjunto
con el método de
extracción de Mínimos Cuadrados Ponderados (WLS) para tomar en consideración distribuciones no normales de los datos y tipos de
respuesta ordinales (Lloret-Segura et
al., 2014). Luego de determinar la composición factorial de la escala, se realizaron AFC. Se utilizó el estimador robusto de Mínimo Cuadrados Ponderados Ajustados a la Media y la Varianza (WLSMV,
por sus siglas en inglés),
utilizado previamente en validaciones de la AIS en Latinoamérica y aplicable al tipo de ítems
ordinales (Baños-Chaparro et al., 2021). Los modelos
se consideraron excelentes si las medidas
de ajuste CFI (Índice
de Ajuste Comparativo) y TLI (Índice de Tucker-Lewis)
eran igual o mayores a .95 (Hu & Bentler, 1999),
y aceptables si eran mayores a .90 (Little,
2013). Adicionalmente, se evaluó RMSEA (Raíz de Cuadrados
Medios del Error) y SRMR (Raíz Estandarizada Media Cuadrática) como excelentes si eran menores
a .05 (MacCallum
et al., 1996; Schermelleh-Engel
et al., 2003) y como aceptables si
eran menores a .08 (Little, 2013). En caso de que las medidas de
ajuste no tuvieran
resultados aceptables, se revisaron los índices de modificaciones y se evaluó en conjunto que los valores de mediciones de invarianza (MI) fueran mayores a 10 y
que las adecuaciones fueran teóricamente justificables (Jackson
et al., 2009).
Por último, se realizó un análisis de
invarianza entre sexo de los participantes para evaluar posibles diferencias en la medición
asociadas a esta variable para ambas
versiones de la escala. Se compararon modelos anidados
utilizando las especificaciones establecidas previamente y utilizando el mismo estimador, WLSMV. Inicialmente, se establecieron
modelos de AFC individuales por sexo seguidos por el modelo configuracional divido por sexo y por el modelo métrico
con cargas de ítems restringidas. Por último, se estableció el modelo escalar con cargas e intercepto restringidos (Brown, 2015; Dimitrov,
2010). En caso de
alcanzar invarianza escalar, se compararon las
medias de los grupos en ambas versiones
(Dimitrov, 2010).
Si los modelos no cumplían con los parámetros de las medidas de ajuste establecidas, se revisaron que los ajustes de invarianza parcial
fueran significativos (p
< .05) para ajustar los modelos. Se presenta al estadístico de Chi-cuadrado resultante de cada modelo, no obstante, este es susceptible a estudios con elevado poder (Maede
et al., 2008), por lo que también se evaluaron
cambios en las medidas de ajuste. Cambios de .01 en CFI (Chen, 2007; Little,
2013), .01 en TLI y .015 en RMSEA (Chen, 2007) se consideraron como cambios
significativos entre modelos.
En la Tabla 1 se exponen los estadísticos descriptivos de cada ítem de la AIS, los índices de discriminación y el coeficiente omega. El rango de las medias
de los ítems se encuentra entre .840 y 1.35, y la desviación estándar se mantuvo similar
entre ellos. La correlación ítem-test de ambas escalas
indica una fuerte
relación, en un rango de .479 a .770
en la AIS- 8 y de .496 a .714 en la AIS-5.
Por otro lado, en la Tabla 1 también se
describen los coeficientes de consistencia interna de las escalas. En ambos casos,
los coeficientes se encuentran en un valor aceptable
(> .700), lo que aporta evidencia de
la consistencia interna de la AIS-8 y la AIS-5. El análisis de contraste para coeficientes en muestras dependientes indica una diferencia
estadísticamente significaba entre
ambos [t(1477)
= 32.27, p < .001], siendo
el coeficiente de la AIS-8 mayor a la AIS-5.
Por otro lado, como se observa en la
Tabla 2, la matriz de correlaciones policóricas indica que no
existe evidencia de multicolinealidad, ya que no se
presentan correlaciones mayores
a .900 entre los ítems (Hatcher, 2013).
En la Tabla 3 se muestran los estadísticos descriptivos
de ambos grupos aleatorizados. El
grupo 1, utilizado para el
apartado de Análisis factorial Exploratorio, está compuesto por 743 participantes, 31.9% hombres y 68.8%
mujeres. Mientras que el grupo 2, utilizado para
el Análisis Factorial Confirmatorio y el Análisis
de Invarianza, está compuesto
por 733 participantes, 35.6% hombres y 64.4% mujeres.
Los resultados del análisis paralelo, la
gráfica de sedimentación y el
análisis de MAP concuerdan en la
selección de una solución de un factor para el
análisis factorial exploratorio en las versiones de ocho y de cinco ítems. En la Tabla 4 se observa que todos
los ítems de la AIS-8 y AIS-5
cargan de forma satisfactoria
en una solución de un factor y ambas escalas
resultan en un porcentaje de varianza total explicada
similar, siendo del 62% y 61%, respectivamente.
El análisis factorial confirmatorio inicial en ambas versiones AIS-8 y AIS-5
indicaron que las medidas de ajuste
de los modelos no fueron
satisfactorias. Por ello,
se revisaron los índices de modificación con MI mayores a 10 y fueron agregadas las
covarianzas entre ATENAS2 con
ATENAS3, y ATENAS6 con ATENAS7 luego de evaluar
su relación teórica
subyacente según el criterio diagnóstico según el CIE- 10 y posibles similitudes en el uso del idioma español en El Salvador
(ver Discusión). Luego de esta modificación, las medidas de ajuste resultantes para la versión AIS-8 fueron las siguientes: CFI = .989, TLI = .983, RMSEA = .091 y SRMR = .034.
La covarianza entre ATENAS2 con ATENAS3 se mantuvo al realizar el análisis factorial confirmatorio en la versión
AIS-5 y no se realizaron ajustes adicionales. Las medidas de ajuste de la AIS-5 fueron CFI = .994,
TLI = .985, RMSEA = .104 y
SRMR
= .025. Las cargas de los ítems individuales
de la AIS-8 y la AIS-5 pueden ser observadas en la Figura
1.
El análisis de invarianza no muestra
diferencias significativas al comparar
modelos más restringidos a ser iguales entre sexos. No obstante, el
índice de medida RMSEA se mantuvo
insatisfactorio al comparar
el modelo configuracional con el modelo métrico para la AIS-8. Se hizo revisión de los parámetros significativos para establecer
invarianza parcial, de lo cual
resultó liberar las restricciones de cargas iguales
para el ítem ATENAS6. Ninguna
otra modificación obtuvo parámetros significativos
para ser incluida.
El índice de medida RMSEA obtuvo un valor aceptable (< .08) al compilar el modelo escalar.
En la Tabla 5 se observan las comparaciones entre modelos individuales por sexo, el modelo configuracional y el modelo
métrico con cargas
restringidas, y el modelo escalar
con cargas restringidas con intercepto. El mismo
proceso fue aplicado para la escala
AIS-5; sin embargo, este no resultó
en ninguna modificación de invarianza parcial.
Las medidas de ajuste CFI, TLI y RMSEA se mantienen
estables o mejoran al restringir modelos a ser iguales entre sexo. El análisis realizado provee evidencia para invarianza parcial
entre sexo para la versión AIS-8, e invarianza entre sexo para la versión
AIS-5. Por otro lado, los resultados de la prueba Chi-cuadrado no muestran diferencias significativas al comparar modelos de
invarianza en ambas versiones.
También, comparaciones de medias latentes
de los modelos finales de la versión AIS-8 (B = -.144, z =
-1.688, IC 95% [-.311, -.023],
p
= .091) y AIS-5 (B = -.075, z = -.881, 95% CI [-.203,
- .077], p =
.379) no resultan en diferencias estadísticamente significativas.
Evidencia
convergente
Para comprobar la evidencia
de validez convergente de
la escala se relacionaron las escalas AIS-8 y AIS-5 con la DASS-21 a través de correlaciones con corrección por
atenuación. Los resultados indican
una correlación de moderada a fuerte
entre la AIS-5 y la DASS-21 (r(1475) = .722, IC
95% [.56, .83]), p < .0001) y una
relación fuerte entre la AIS-8 y la DASS-21 (r(1475) = .798, IC 95%
[.67, .88], p < .0001), ambas
positivas y estadísticamente significativas.
Las dificultades de sueño representan una importante problemática de salud mental en la población salvadoreña, tanto por su efecto directo
en la calidad
de vida como por su rol en el aparecimiento de otros trastornos, como la depresión y
la ansiedad (Mena et al., 2020; Mena
et al., 2021; Mena et al., 2022).
En ese contexto, este estudio aporta
evidencia de validez y confiabilidad de la Escala Atenas de Insomnio y, por lo tanto, resaltan
su utilidad como un instrumento valioso que puede apoyar en la investigación e identificación de sintomatología
de insomnio no orgánico en población
salvadoreña. A pesar de ser no probabilístico, el muestreo del estudio del que se retomaron los datos procuró ser variado
y equipararse a la proyección de habitantes por sexo, edad y departamento proyectada para el año de recolección
de los datos (Mena et al., 2022), lo que aporta
evidencia de la potencial utilidad de la escala para su uso en población
de todo el país.
En primer lugar, los niveles
satisfactorios del coeficiente de
ambas versiones de la AIS indican una adecuada
consistencia interna, lo que aporta
evidencia de las adecuadas interacciones entre puntajes derivados de sus ítems
(AERA et al., 2018). En este estudio, a pesar de que la AIS-8
obtuvo un coeficiente significativamente
mayor al de la AIS-5, ambos coeficientes son los suficientemente elevados para
considerarse aceptables y la diferencia entre
ambos no resulta
particularmente relevante para propósitos
prácticos. Por otro lado, ambas escalas presentan
coeficientes de confiabilidad similares a otros estudios
en la región y en el país que utilizan este coeficiente
o el coeficiente ( = .83 de la
AIS-5 en Baños-Chaparro et
al., 2021; = .89 de la AIS-8 en Lobos
et al., 2021; = .86 de la AIS-8 en Mena et
al., 2021). Incluso, los resultados son similares a los coeficientes de consistencia interna
para la población general del estudio original
de la escala, tanto para al AIS-8 ( = .89) como la AIS-5 ( = .87; Soldatos et al., 2000).
Respecto a la evidencia de validez
basada en la estructura interna,
el AFE y AFC aportan
evidencias de que ambas
escalas se ajustan a una sola dimensión
o factor global,
similar a otros estudios en el contexto
latinoamericano o hispanoparlante (Baños-Chaparro et al., 2021; Gómez-Benito et al., 2011; Monterrosa-Castro, 2013). Esto provee evidencia de que la escala mantiene la
estructura unifactorial
al compararse entre diferentes culturas. Es
importante recalcar que la estructura unifactorial de la escala puede verse contaminada por la aquiescencia y estilos de respuesta
extremos, especialmente en escalas tipo Likert, como es el caso de la AIS (Van Dijk, et al. 2009).
Respecto a las cargas
factoriales, el AFC muestra que ambas escalas
indicaron cargas factoriales mayores a .700, similar al estudio original de Soldatos et al., (2000), a excepción del ítem 3, que aún presenta un valor arriba del mínimo recomendado de
.300. El AFC comprueba que se
cumplen satisfactoriamente la mayoría
de los supuestos de los índices de ajuste de
ambas para ambas versiones de la escala AIS, a
excepción del índice RMSEA. La falta de ajuste de este puede provenir de especificaciones erróneas sobre las cargas de ítems (DiStefano et al., 2017);
además, de que otros estudios
con modelos unifactoriales de la AIS también
han encontrado RMSEA mayores de lo esperado (Cheng-Fang
et al., 2010). No obstante, diferencias
en el grupo muestral entre dicho estudio (adolescentes) y este (población mayor de edad) pueden indicar
la presencia de una forma de agrupación no identificada de las poblaciones estudiadas que las influye. Por ejemplo, diferentes niveles educativos y de comprensión
lectora se han vinculado
con diferencias en la funcionalidad de ítems en escalas de depresión (Taple et al., 2022).
Al respecto, Greenfield (1997) indica que la aplicación de una prueba a una cultura
diferente de la que fue creada está
sujeta a suposiciones sobre valores, significado y conocimiento compartidos entre ambas culturas. En específico, resalta el
importante papel de la educación
formal en la habilidad para entender
la epistemología implícita de los
instrumentos psicológicos,
de preguntas en formato de respuestas múltiples
y de cuestionarios como géneros comunicativos.
En el estudio del que se retomaron los
datos presentados, el 41.6% de la muestra indicó haber completado estudios de secundaria o menores (Mena et al., 2022); y la población
salvadoreña en general tiene en
promedio 7.1 años de escolaridad (Dirección General de Estadísticas
y Censos [DIGESTYC],
2022). Esto puede indicar factores influyentes a la base de la interpretación de las escalas que son parte del argumento de la
validez para su uso en población salvadoreña.
De igual forma, la inclusión de
covarianzas entre ítems en ambas
versiones de la escala da indicios a similitudes en los patrones de respuesta, lo cual puede indicar que los participantes tuvieron interpretaciones muy similares del contenido de los ítems en cuestión. Por ejemplo, los ítems «Despertares durante la noche» (ATENAS2) y «Despertar final más
temprano de lo deseado»
(ATENAS3) pueden ser entendidos de forma similar
dadas características sociodemográficas específicas de la muestra y
de la población salvadoreña en general. Particularmente, el 54.7% de las personas
de la muestra indicó trabajar
(Mena et al., 2022) y en El Salvador se estima que el 74.1% de la
población pertenece al sector económico
informal (Erazo, 2020), el cual pueden conllevar extensas jornadas de trabajo. Por tanto, puede hipotetizarse que para un porcentaje elevado de la muestra es posible que
«despertarse durante la noche» equivalga
a un «despertar final más temprano de lo deseado», dado que su jornada laboral inicia a muy tempranas horas del día.
También, la covarianza compartida entre
«Sensación de bienestar durante el día» (ATENAS6) y «Funcionamiento (físico y mental) durante
el día» (ATENAS7) puede interpretarse
al aludir al grado de escolaridad de la muestra,
ya que más años de escolaridad se han relacionado con la capacidad de separar el proceso del conocimiento con el objeto del conocimiento (Greenfield,
1997), en este caso, la percepción de bienestar
como algo distinto al funcionamiento real.
Por otro lado, el análisis indica la
presencia de invarianza parcial para la versión AIS-8 con el ítem«ATENAS6», ya que muestra diferentes cargas según el sexo, aunque se encuentra
dentro del porcentaje de invarianza aceptado
entre grupos (menos del 20%; Dimitrov, 2010).
Comparaciones entre modelos individuales por sexo muestran que los AFC parecen ajustar levemente mejor para
mujeres que hombres (en ambas versiones, el grupo de hombres
no obtienen un RMSEA satisfactorio en el modelo individual). Ya que la versión AIS-5 muestra
tener mejor ajuste para ambos sexos, esto puede indicar que los tres ítems adicionales en la versión AIS-8 pueden requerir
mayores adecuaciones al contexto
salvadoreño (lo cual también es evidenciado por la invarianza parcial en la versión
AIS-8). No obstante, ambas versiones
muestran robustez en los resultados
de invarianza, ya que se logró invarianza escalar según los índices de medida, y las comparaciones
del estadístico Chi-cuadrado y las comparaciones
de medias latentes no resultaron en diferencias estadísticamente significativas. Resultados similares fueron obtenidos en estudios previos en Latinoamérica (Baños-Chaparro et al.,
2021), en los que no se encontró
invarianza significativa entre sexo. Dado que el muestreo se ajustó a la proyección
por sexo,
edad y departamentos del país,
ambas versiones poseen evidencia de ser aplicables en población adulta
de ambos sexos en todo el país.
Finalmente, la correlación positiva,
moderada o fuerte y significativa de
las escalas AIS-8 y AIS-5 con la DASS-21 aportan
evidencia de validez
convergente basada en relaciones con otras variables. Esta relación concuerda con la teoría que
indica que síntomas de trastornos del sueño pueden estar presentes dentro personas con trastorno
depresivo y/ o trastorno de
ansiedad generalizado (APA, 2014), lo
que se evidencia por la cercana relación entre las puntuaciones de la AIS y la DASS-21.
Además, también destaca
la importancia del estudio clínico
de síntomas de insomnio
no orgánico, la que se posiciona estrechamente junto a otra sintomatología emocional (como la depresión y la ansiedad) cuyo efecto en la salud mental de la población puede ser
notable y relevante para instituciones de salud pública.
Es importante notar algunas limitaciones del estudio. En primer
lugar, debido a la naturaleza no aleatoria
del muestreo realizado, es posible que exista un sesgo subyacente en la muestra
seleccionada. A pesar de que las
proporciones finales se asemejan a las proyecciones censales de El Salvador, un estudio que
utilice un muestreo probabilístico
proveería mayor representatividad
y, por tanto, mayor evidencia de validez
y confiabilidad de las escalas AIS-8 y AIS-5. También,
el procedimiento de aplicación de las
escalas indica un sesgo en
los resultados, ya que solamente pudieron
ser respondidos por personas con acceso a dispositivos
electrónicos, lo cual sistemáticamente excluyó
a un grupo de la población sin acceso a esta
tecnología. Metodológicamente, la identificación de casos atípicos previo a realizar
análisis brindaría mayor robustez a los resultados referentes a posibles
diferencias en los patrones de respuesta en ítems, aunque el rango de las posibles
puntuaciones de la escala puede indicar que respuestas atípicas
no serán significativamente influyentes en los resultados.
También, el análisis de los resultados
indica la necesidad de indagar otras
evidencias de validez en el marco de los valores,
conocimiento y comunicación compartida que asume el trasladar esta
prueba a la cultura salvadoreña (Greenfield, 1997). En general, esto trasciende el alcance de un estudio
psicométrico tradicional y
comprende utilizar postulados de la psicología cultural
y transcultural dentro de los estándares
de imparcialidad en el uso de pruebas psicológicas, que recomiendan tomar en cuenta características
culturales y lingüísticas al interpretar puntuaciones
de escalas que fueron desarrolladas fuera
del contexto cultural de la persona examinada
(AERA et al., 2018; Junta de Vigilancia de la Profesión en Psicología [JVPP], 2021). Por
tanto, se recomienda el análisis de
evidencia basada en los procesos de
respuesta que indague la concordancia de los supuestos culturales de la prueba
con lo de las personas
examinadas. Este análisis puede tomar la forma de entrevistas cognitivas, juicios de expertos
y análisis de patrones de respuesta, esta última a través de técnicas derivadas de la Teoría de Respuesta al Item
(TRI), como los modelos IRTree (Park & Wu, 2019). También, se recomienda indagar el potencial funcionamiento diferencial
de los ítems debido al nivel
académico de los participantes y realizar
un análisis de patrones de respuesta para brindar
mayor claridad sobre la invarianza parcial por sexo. Finalmente, es importante analizar
la evidencia de
validación y consecuencias de la AIS
en población salvadoreña. En
específico, la utilidad del punto de corte
propuesto por la investigación original y cómo
esta escala informa intervenciones clínicas.
A pesar de que la versión original
evalúa la presencia de sintomatología de insomnio
durante el último mes, la traducción
en español utilizada especifica que la validación de la escala para población mexicana se realizó tomando
en cuenta como marco temporal
«la última semana», aspecto al que aluden directamente los
autores de esta versión (Nenclares & Jiménez- Genchi, 2005).
Se recomienda que futuros estudios indaguen el efecto del cambio del marco temporal
en la validez
del punto de corte propuesto por los autores (Soldatos et al., 2000) para determinar la presencia de sintomatología clínicamente significativa.
A pesar de las limitaciones y
recomendaciones propuestas, los
resultados de este estudio brindan suficiente
evidencia de validez y confiabilidad para proponer
que la AIS-8 y la AIS-5 son herramientas útiles para detectar
síntomas de insomnio no orgánico en población salvadoreña. En conclusión, esta resulta una herramienta breve, útil y de calidad
para determinar síntomas de insomnio no orgánico dada la adecuada evidencia de validez y
confiabilidad presentadas.
Los autores declaran
no tener ningún
conflicto de intereses económico, institucional, laboral o personal al realizar este artículo.
Responsabilidad ética
En el estudio no se ha realizado ningún
tipo de experimento en seres humanos
ni en animales. La investigación de la cual se retomaron
los datos utilizados cumple con los criterios de
anonimato, confidencialidad y consentimiento informado para la participación
establecidos por el Código de Ética de la
Profesión en Psicología de El Salvador (JVPP,
2021).
FM: diseño del estudio, procesamiento e interpretación de
los datos, introducción, resultados, discusión,
revisión general y redacción en formato APA.
FC: procesamiento e interpretación de
los datos, resultados, discusión, revisión general y redacción en formato APA.
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Recibido: 23 de mayo de 2022
Aceptado: 24 de noviembre de 2022
Este es un
artículo Open Access bajo la licencia Creative Common (Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0)